- Comparar las cifras actuales con los comicios de la última década permite identificar tendencias, advertir sobre la pérdida de votos del peronismo, la consolidación del voto antiperonista y la preocupación por la baja participación ciudadana.
La recuperación parcial del peronismo
En 2021, el peronismo tuvo su peor elección en la historia bahiense: apenas 23,05% (39.539 votos). Cuatro años después, en las legislativas recientes, la lista encabezada por Florencia Molini alcanzó 31,11% (46.606 votos).
Si bien el oficialismo local lo puede leer como un repunte y un motivo de festejo, el contexto relativiza cualquier optimismo.
En 2023, cuando Federico Susbielles llegó a la Intendencia, el peronismo obtuvo 64.808 votos (36,43%). En dos años perdió más de 18 mil votos.
El peso de la oposición
En las legislativas de 2021, Juntos por el Cambio y Avanza Libertad (la fuerza de José Luis Espert) sumaron 98.678 votos, un 57% del total.
Hoy, La Libertad Avanza consiguió 69.185 y, junto a los 13.975 de Somos Buenos Aires, la oposición llegó a 83.160 votos, muy por debajo de aquella marca.
En 2023, la alianza opositora (JxC + LLA) había logrado 100.933 votos.
Es decir, en términos históricos, el caudal opositor sigue siendo mayoritario, pero no lineal: depende de la unidad o fragmentación de sus fuerzas.
Una tendencia clara: oposiciones en ascenso, peronismo en descenso
La serie de elecciones desde 2015 muestra un panorama evidente:
- El no peronismo se mantiene siempre en torno al 50% o más y, desde 2021, consolida una tendencia ascendente.
- El peronismo, en cambio, presenta una curva descendente, con un pico del 45% (2017) y un piso del 23% (2021).
Comparando ambas franjas: entre la legislativa de 2017 (45,17%) y la actual (31,11%), el peronismo perdió 14 puntos. La oposición pasó del 49,16% en 2021 al 55,52% en 2025, un crecimiento de 6 puntos.
La participación más baja desde 1983
El otro dato relevante es la abstención. En Bahía Blanca votó solo el 60,40% del padrón, la cifra más baja desde el retorno de la democracia. Cuatro de cada diez electores decidieron no concurrir a las urnas.
El récord anterior de ausentismo había sido en 2003, con una participación del 70,22%. En aquella elección, tras la crisis del 2001, Rodolfo Lopes (PJ) derrotó al entonces intendente radical Jaime Linares.
El dato actual es más grave: la ausencia en las urnas (39,54%) supera por 7 puntos a la primera fuerza política de la ciudad.