Qué hace el Municipio de Bahía por la situación de las palomas

Esperan encontrar una solución "superadora".

Como te contamos en #AsociaExplica, las palomas en Bahía Blanca son un problema.

La subsecretaría de Gestión Ambiental del municipio tiene a cargo la limpieza de las calles principales del centro y se encargan de la limpieza de los excrementos en las veredas.

El problema de esto es que las grandes concentraciones de palomas y heces no se encuentran solo en estas calles y que la limpieza debería ser íntegra.

Al recorrer las peatonales, principalmente la de Drago, podemos observar no solo caca en las veredas, sino también en los bancos, en los juegos para los niños, en las entradas a los locales y en los ventanales de los mismos.

Si se mira para arriba al recorrer las vidrieras, no solo se ven nidos y palomas muertas atrapadas entre redes, sino también mucho, pero mucho excremento.

Mariana Sierra, directora de Veterinaria y Zoonosis municipal afirma que comenzaron a trabajar en el tema “apenas comenzada la gestión” para encontrar acciones superadoras.

“Sabemos que cualquier medida sin mayor estudio o relevamiento van a ser recursos desperdiciados, que a largo plazo no terminan teniendo resultados”. 

En ese sentido, le adelanta a Asociación Ilícita que la idea es avanzar en un programa de control ético que sustituya los huevos en palomares

“Es un programa que no solamente se desarrolla fuera del país, también en Argentina hay varias ciudades donde se está utilizando y los resultados son muy satisfactorios”, sostiene. 

¿Se puede matar a las palomas?

La población de palomas no se controla matándolas. La retirada de aves sólo rejuvenece la población, debido a que las condiciones de la ciudad siguen siendo las mismas en cuanto a recursos alimenticios y de vivienda.

Además, las palomas están protegidas por las leyes nacionales N°14.346 y N° 12.913: se penaliza su asesinato ya que se consideran “”de utilidad pública”.

Contrariamente, el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, firmó en 2018 el decreto Nº279 que permite el control de especies silvestres mediante la caza, incluyendo a cuatro especies de palomas, la doméstica, la torcaza, la turca y la montera. 

Esa última norma las divide específicamente en especies plaguicidas y especies dañinas o perjudiciales porque “se han producido importantes modificaciones bioecológicas, que han provocado el retroceso numérico de diversas especies autóctonas”.

El municipio de Bahía se adhirió a este decreto firmado en 2018 por la provincia mediante una ordenanza N° 21.355 debido a “la problemática generada por la gran cantidad de palomas que habitan principalmente en el centro de nuestra ciudad; y los riesgos que esto implica para la salud de la población”. 

Esto significa que el municipio y nuestros concejales son conscientes de los problemas que pueden ocasionar las grandes concentraciones de palomas, aunque no tomen medidas higiénicas o sanitarias con respecto al tema.

Así mismo, cualquier propietario de cualquier título de terreno está obligado por la ordenanza Nº7932 a exterminar las especies nocivas que permanezcan en su espacio y puedan generar un peligro para la salud pública. 

Además, están obligados a denunciar ante la Municipalidad la presencia de estas especies nocivas, entre las cuales, si bien no se encuentran las palomas, “se define como especie nociva a todas aquellas cuya existencia produzca problemas de tipo sanitario, molestias, incomodidades o deterioro de las viviendas, modificando el ecosistema o su equilibrio”.

Entonces la paloma produce estos inconvenientes que día a día comenzaron a afectar a una mayor cantidad de ciudadanos y comerciantes: ¿te sentarías a comer en una mesa en este estado?

A pesar de que este tema es considerado por distintas leyes y ordenanzas, desde Gestión y Saneamiento Ambiental no se tomaron medidas públicas que abarquen desde la difusión de información y prevención de enfermedades, hasta su disminución mediante métodos no dañinos para los ciudadanos.

Tampoco se abordó este tema en las sesiones del Concejo ni se tomó en cuenta para las políticas de los gobiernos locales pasados.

Desde la nueva administración afirman que “son acciones a largo plazo, pero entendemos que todo este proceso de programación y logística es necesario para una vez implantados, tener resultados duraderos. Que no sean acciones para salir del paso y que el año que viene volvamos a la misma situación”.

Apenas un ensayo

En 2021 el Municipio comenzó un ensayo de captura de palomas en jaulas, colocadas en los edificios más poblados del centro; el Palacio Municipal, el Mercado Municipal y la torre Bicentenario. 

Esta medida se tomó para controlar el aumento de su población y verificar si el método funciona o no, pero luego no se supo más al respecto.

Entidades proteccionistas locales se quejaron y pidieron métodos más amigables con la especie ya que denunciaron que se las encerraba y se las dejaba morir al sol, sin alimento ni agua.

Desde la mesa de Abordaje de Fauna Urbana del Concejo se trabajó en una ordenanza para hacer el control de palomas aunque después no avanzó. 

Proteccionismo animal e integrantes de la mesa propusieron controlar la reproducción de las aves mediante anticonceptivos, pero no fue tomado en cuenta.

El avance de las ciudades sobre territorios silvestres empujó a muchas especies a adaptarse a la convivencia con los humanos en ambientes que resultaron fuertemente modificados, siendo a veces perjudicial para nosotros.

Más allá de la presencia de las palomas, hay otros animales que no se identifican y la consecuencia directa es que jamás son tomados en cuenta al momento de pensar o proyectar construcciones o modificaciones del territorio.

Las legislaciones existentes son insuficientes y contradictorias a la hora de abordar la problemática de las palomas en Bahía.

Si bien uno de los objetivos de Salud Animal del Municipio es “mejorar la notificación, prevención y control de las principales enfermedades zoonóticas del país: brucelosis, hidatidosis, síndrome urémico hemolítico (SUH), leptospirosis, rabia, sarna, toxoplasmosis, triquinosis, tuberculosis bovina, psitacosis u ornitosis, hantavirus, gripe aviar, leishmaniasis y fiebre amarilla” aún no se vieron acciones de notificación, prevención y control al respecto.