El último año Bahía Blanca fue testigo de una imagen que habíamos olvidado: carros tirados por caballos que se encuentran en muy malas condiciones de salud.
Esta situación generó preocupación en sectores que trabajan con animales, que están en contra de la tracción a sangre y su impacto en la vida de los caballos y los trabajadores que dependen de ellos.
Hace más de 10 años, en 2014, después de reclamos y debates, se reguló la prohibición de ingresar con carros impulsados por caballos en el centro de Bahía.
Y la ordenanza también planteaba que se iban a implementar “en forma progresiva mecanismos tendientes a eliminar de manera definitiva los carros de tracción a sangre en toda la ciudad”.
“Todo esto perjudicó la vida de los animales y no la mejoró: cuando estaban en el centro los veía todo el mundo y era fácil detectar un animal maltratado, ahora es mucho más difícil de ver el estado de los animales”, explicó a Asociación Ilícita Alejandra González, del Centro de Recuperación Equina Nelquihué.
Agregó: “Antes se hacía cartoneo en la zona céntrica y ahora juntan escombros, heladeras, fierros… la explotación de un animal no se debe negociar, se debe prohibir”.
El año pasado, proteccionistas de animales que quieren prohibir la tracción a sangre, contactaron a los concejales Rubén Gómez (PRO) y Fabiana Úngaro (Coalición Cívica) para pedirles que hicieran algo con este problema.
Entonces los ediles presentaron 2 proyectos de ordenanza:
- uno para extender el perímetro de prohibición a todo el ejido urbano para luego avanzar en la prohibición total;
- y otro para crear un Registro de Equinos, un proceso de vacunación y avanzar en el control del bienestar de los animales.
Es que no hay un registro de equinos que ayude a llevar un control sobre la población de caballos en Bahía.

Caballos maltratadísimos y la postura del Municipio
Los actos de maltrato siguen viéndose por distintas calles de la ciudad, a los costados de las rutas y en todo momento.
Al recorrer Bahía se ven caballos atados, en condiciones insanas e insalubres, en estado de abandono, muy flacos, con principio de desnutrición.
Estas condiciones no solo son una amenaza para ellos sino también para la seguridad de quienes transitan por esas áreas.

La falta de controles efectivos por parte de las autoridades hace más grave este problema.
Funcionarios de la Municipalidad comentaron que las normativas de protección animal propuestas no son aplicables en nuestro contexto.
“Son normas hechas para Holanda”, dijo a BHInfo Mariana Sierra, la directora de Bromatología, Protección de la Salud y Bienestar Animal. Y agregó que “es totalmente incongruente con la realidad que pretende legislarse en Bahía Blanca”.
Según ella, en relación a las propuestas presentadas por los concejales Gómez y Úngaro, los pedidos de hacer un Registro de Equinos para cuidarlos y extender a una zona más grande que el centro la prohibición del uso de caballos para tirar carros es algo que se puede hacer en el primer mundo pero no se ajustan a la realidad de Bahía Blanca.
Se trata de un debate complejo que también toca la situación de la vulnerabilidad social de los trabajadores informales que dependen de la tracción a sangre para vivir.
Sin embargo, el bienestar de los caballos no puede ser víctima de la precariedad laboral que sufre nuestro país.