El Concejo Deliberante de Bahía Blanca tiene un presupuesto para este año 2023 de casi 828 millones de pesos.
El presupuesto está dividido en cuatro ítems generales: gastos en personal (72%), servicios no personales (21%), bienes de uso (4%) y bienes de consumo (2%).
Llevan gastados en los primeros 5 meses, sólo 241 millones, el 30% de lo presupuestado. Y de ese gasto el 94% se fue en sueldos de concejales y empleados municipales que trabajan en el Concejo.
La austeridad a flor de piel. El segundo gasto más importante del HCD sacando los sueldos, es en Publicidad. Se llevan gastados 3 millones, pero hay presupuestados 60 millones para todo 2023.
Dato raro que en 5 meses se gastaron 3 millones, y quedan para los próximos 7 meses 57 millones. Esto significa que tienen disponibles unos 8 millones de pesos por mes para publicidad hasta fin de año.
Es raro lo que sucede con la Publicidad porque todos los años los concejales presupuestan el doble de lo que terminan gastando en este rubro. No se entiende bien para qué presupuestás 10 si gastás 5. Y lo hacen todos los años. El cálculo que hacen siempre lo hacen «mal».
- El año pasado, en 2022 presupuestaron 20 millones pero gastaron la mitad,
- en 2021 presupuestaron 12 millones y también gastaron la mitad,
- y en 2020 lo mismo: presupuestaron 6 millones y gastaron la mitad.
Así pasa con varios rubros, casi siempre el Concejo gasta menos de lo que presupuesta. No se entiende bien por qué siguen haciendo presupuestos mayores a lo que realmente necesitan gastar.
A los dos gastos más importantes (sueldos y publicidad) le siguen: limpieza y fumigación 2 millones y medio de pesos, equipos de computación 1 millón 700 mil pesos, alquiler de edificios y locales y millón y medio, y equipos de oficina y muebles también $1.500.000
La ley marca que el Concejo no puede superar el 2% del presupuesto municipal de recursos, y salvo 2014 y 2015 que fue del 2%, desde 2010 hasta hoy estuvo entre 1.6 y 1.9%.
Es algo que toda la corporación política ha mantenido: la austeridad en los gastos del HCD. De hecho no hay asesores, son muy pocos los cargos políticos de secretarios en los bloques y están muy limitados.
Y desde que está Fabiola Buosi de presidenta muchos dicen que es peor aún. Ya no se repone el personal y no hay altas por bajas. Cuando uno renuncia o se jubila, no es reemplazado por un empleado nuevo.
Incluso cuentan que con la actual presidenta la austeridad llegó al nivel de que no autoriza ni la compra de yerba para los concejales y andan haciendo vaquitas para tomar mate.
Mal no cobran los concejales como para poder comprarse ellos mismos la yerba. Ya era hora de que tomaran esa decisión.
A la fecha, cada concejal y concejala recibe un sueldo bruto de casi un millón de pesos. Son $925.543,60 para ser exactos. Van a pasar a un sueldo millonario en uno o dos meses con el próximo aumento.
¿CUÁNTO TRABAJAN LOS CONCEJALES?
Este año no han trabajado mucho los 24 concejales y concejalas. Entre todos presentaron 34 proyectos de Ordenanza. En 5 meses…
Desde el 1 de enero hasta el 2 de junio de 2023, hay 6 concejales que no presentaron ningún proyecto de Ordenanza. ¡Desde enero hasta hoy ninguno!
Son uno de la Coalición Cívica, Carlos González Antunez; dos mujeres del PRO, Soledad Martínez y María Laura Biondini; el radical Antonio Mollo; y los peronistas Mariano Arzuaga y Pablo Rosenfelt.
No se les ocurrió ni una sola idea para convertirla en Ordenanza.
Otros presentaron un sólo proyecto de Ordenanza: Andrea Pace, Silvina Rubio, Fabiola Buosi, Rubén Gómez, Analía López, Romina Pires, Gisela Ghigliani, Tury Barrionuevo y Valeria Rodríguez.
Si analizamos por bloques, los que más presentaron son los oficialistas de Juntos, que entre 14 concejales/as hicieron 20 proyectos de Ordenanza. Le sigue el bloque de Todos, que presentaron 12 proyectos de Ordenanza entre 8 ediles que componen el bloque. Por último, los dos concejales de Avanza presentaron en total 2 proyectos de Ordenanza.
¿EN QUÉ TEMAS TRABAJAN LOS CONCEJALES?
La concejala que más proyectos de Ordenanza presentó es la peronista Paola Ariente, un total de 5. Le sigue el lilito Gonzalo Vélez con 4, y en el podio completan en el tercer lugar las radicales Silvina Cabirón y Gisela Caputo con 3 proyectos cada una.
Los concejales, en total, tuvieron 8 sesiones ordinarias, y presentaron 34 Ordenanzas. De esas, al menos 5 tiene más sentido que sean Solicitudes de Informes, porque son pedidos al Ejecutivo o a ABSA.
Entonces quedan 29, de las cuales 8 son sobre conmemoraciones variadas: nombres de calles, de plazas, etcétera. Hay 3 que son adhesiones a leyes, 3 para crear registros y 7 algo un poco bastante sarasa…
Pero hay 6 que están buenas. 24 concejales, 6 ordenanzas regulando la vida ciudadana.
Veamos cuáles son las Ordenanzas que presentaron este año que están copadas…
1) Una la presentó el concejal del PRO y ex funcionario del gobierno de Gay, Rubén Gómez.
Es un proyecto creando programa de capacitación y entrenamiento laboral para «Jóvenes Egresados de Hogares Proteccionales del Partido de Bahía Blanca”.
Se paró en un lugar que le cuesta al PRO: las problemáticas sociales. Y con este proyecto busca trabajar en la inserción laboral de jóvenes en situación de vulnerabilidad social.
La idea es que el Municipio entregue becas con contraprestación laboral en el ámbito de la propia municipalidad, para los jóvenes que egresan de Hogares como el del Adolescente y el Cantilo.
2) Otro concejal del PRO, Fernando Ascuaga, presentó un proyecto para eximir del pago de tasas por derecho de espectáculos públicos, a los que se hagan en enero y febrero de cada año.
¡Pero ojo eh! No es para todos, es sólo para los stands de la Feria del Parque Ciudad e Independencia. Está buena la idea pero sería más que positivo hacerla extensible al resto también.
Está claro que la afluencia de público a espectáculos en el verano cae bastante y es una forma de incentivar a que haya actividades.
Ya que el Instituto Cultural en enero y febrero no hace casi nada, cierran los Museos, el Teatro baja la persiana y la mayoría se dedican a vacacionar.
La Muni se desliga de la diversión de los que no se pueden ir de vacaciones. Que son la mayoría de los y las ciudadanas que viven en Bahía. El 50% de pobreza que tenemos.
Es cierto que es positiva la Ordenanza pero podrían ampliar esta ayuda a los privados que traen espectáculos y no solo a esas dos ferias.
3) Después se presentaron 2 proyectos que van un poco de la mano, ambos son para que el público y la ciudadanía se involucre en el control y cuidado de las obras públicas que se hacen en Bahía.
Uno lo presentó la concejala Gisela Caputo (UCR/PRO), creando algo que llamó «Veeduría Ciudadana del Municipio de Bahía Blanca».
Tiene como objeto «participar en el proceso de control social de las obras públicas que se lleven adelante por el Municipio bajo cualquier forma de contratación».
Y la concejala del PJ, Paola Ariente, presentó uno creando el programa de «Monitoreo y evaluación de la obra pública».
Con la idea de «contribuir a la mejora de las tomas de decisiones públicas y a la rendición de cuentas ante la ciudadanía, así como también mejorar el bienestar social».
Son similares y ambos convocan a la participación ciudadana en las decisiones de políticas públicas.
4) Por último hay 2 proyectos también interesantes, y similares, presentados uno por el concejal del PRO Adrián Jouglard y otro por el concejal del PJ Carlos Moreno Salas.
Ambos fijan la prohibición de circular autos, motos y otros vehículos, con caño de escape no reglamentario y que no estén homologados. Los dos proyectos buscan terminar con los ruidos molestos y prevén sanciones
El gran problema es el control… ¿quién los va a controlar? ¿quién les va a sacar los vehículos?
Con estos proyectos el control lo podrían hacer los inspectores municipales de distintas áreas, como los de tránsito, que hoy no están habilitados.
Hoy para sacarle la moto a alguien que anda con escape no homologado, tiene que ser denunciado por ruidos molestos y lo tiene que agarrar la gente de Gestión Ambiental y probar que está generando ruido por encima de lo legal.
El proyecto de Jouglard busca que se pueda secuestrar cualquier moto que no tenga el escape reglamentario con solo mirarla. Sin necesidad de que esté generando el ruido. Pero es algo que muchos dicen que no es legal.
La discusión al menos ya empezó.